José María Aguirre Gonzalo fue un ingeniero de caminos y banquero del siglo pasado. Fundó diversas empresas en el ámbito de la ingeniería civil y presidió Banesto desde 1970 hasta 1983. No es que sea un tipo muy admirado hoy en día y casi nadie se acordaría de él a no ser por una frase suya que hizo fortuna durante el franquismo: «El Gobierno gobierna, la Banca administra y el español trabaja«. Esta frase pretende destilar la naturaleza de lo que se llamó eufemísticamente «democracia orgánica». Es un juicio que para mi tiene algo de imperativo. La exégesis que me sugiere es algo así como «trabaja sin rechistar para que los ricos mantengan su status y no te mandaremos a las fuerzas del orden».

Hoy en día, los ricos y poderosos se ven obligados a hacer malabarismos para que el sorprendente éxito del capitalismo liberal no decaiga. Uno de esos ejercicios malabares toma forma de spot publicitario y se llama «yo soy empleo». No se si los creativos se inspiraron en ese otro clásico contemporáneo de la publicidad basura en el que Ronaldo, el futbolista obeso, nos recuerda que «él es póker». El caso es que, al más puro estilo «Banco Sabadell», pero en color, nos intentan vender la moto de que «ellos» crean empleo. Ni una sola mención a los desahucios a sus clientes. Tampoco hablan nada de los 1200 despidos de trabajadores de Unnim hace un año. Quizá a Ignacio Moliner, ese tipo de la foto de abajo, jefe de comunicación del banco, se le ha olvidado.

Seguro que da limosna al salir de misa.

Seguro que da limosna al salir de misa.

Si después de las ayudas millonarias que han recibido, de los casi 1600 millones de euros de beneficios del año pasado y despedir a 1200 trabajadores, de los miles de desahucios, de los sueldos de escándalo de sus directivos, consiguen que esta campaña les reporte beneficios o al menos consiguen esa imagen de «santos del capitalismo» que tanto ansían, es que todo está perdido. Por favor, si lees esto, no les des ni agua, lleva tu dinero a otro banco. No se cual, al menos uno que no emita spots tan vomitivos como este. Esos tipos ultramegapijos como el de la foto son el enemigo.